lunes, 13 de febrero de 2012

Experimento de Hershey-Chase

Experimento de Hershey-Chase
Un segundo experimento importante aportó pruebas adicionales de que el DNA es portador de información genética.  En 1952, Alfred D. Hershey y Martha Chase utilizaron marcaje con fósforo y azufre radiactivos para demostrar que cuando el virus bacteriano (bacteriófago) T2 infecta a su célula huésped (E. coli) es el DNA de la partícula vírica, que contiene fósforo, no la proteína de la cápside del virus, que contiene azufre, el componente que penetra en la célula huésped y aporta la información genética para la replicación del virus.


Experimento:  Se prepararon dos muestras de partículas de bacteriófago T2 marcadas isotópicamente. Una marcada con 32P en los grupos fosfato del DNA y la otra con 35S en los residuos aminoácidos que contienen azufre de las proteínas de la cápside. Suspensiones separadas de bacterias no marcadas fueron infectadas con las dos muestras de fagos marcados.  Cada suspensión de células infectadas fue agitada en un homogeneizador para romper la unión entre las cápsides víricas y las bacterias. Se separaron por centrifugación las cápsides víricas vacías y las bacterias.
Las células infectadas por el fago marcado con 32P contenían 32P: el DNA vírico marcado había penetrado en las células, y los fantasmas víricos no contenían radiactividad. Las células infectadas con el fago marcado con 35S no contenían radiactividad, mientras que los fantasmas víricos contenían 35S .  Después de la eliminación de las cubiertas del virus se observó la presencia de progenie vírica en ambas suspensiones: el mensaje genético para la replicación de los virus debía haber sido introducido por el DNA de los virus y no por su proteína.

Experimento de Avery-MacLeod-McCarty

Experimento de Avery-MacLeod-McCarty


(a) Cuando se inyecta a ratones, la cepa encapsulada de neumococo es letal.
(b)  Mientras que la cepa no encapsulada es inocua
(c) al igual que las células muertas por acción del calor de la cepa encapsulada.
(d) Investigaciones anteriores a cargo del bacteriólogo Frederick Griffith habían demostrado que bacterias virulentas muertas por calor añadidas a una cepa viva no virulenta transformaban permanentemente esta última, convirtiéndola en una cepa encapsulada, virulenta y letal.
(e) Avery y colaboradores extrajeron el DNA de neumococos virulentos muertos por calor, eliminando la proteína en la medida de lo posible, y añadieron este DNA a bacterias no virulentas.  El DNA penetró en las bacterias no virulentas, que resultaron transformadas permanentemente en una cepa virulenta.
Avery y sus colaboradores concluyeron que el DNA extraído de la capa virulenta transportaba el mensaje genético hereditario de la virulencia. No todos aceptaron estas conclusiones, pues impurezas de naturaleza proteica presentes en el DNA podían haber sido el verdadero transportador de la información genética.  Esta posibilidad quedó pronto descartada, al observarse que el tratamiento del DNA con enzimas proteolíticos no destruía la actividad transformadora, mientras que el tratamiento con desoxirribonucleasas (enzimas que hidrolizan el DNA) sí lo hacía.

HISTORIA DEL ADN



HISTORIA DEL ADN
"Una estructura tan hermosa tenía que existir"
James Watson
En este blog veremos todo lo relacionado con los ácidos nucleicos, empezando en esta ocasión con su historia.



El ADN almacena información genética

En 1874, Miescher, que se había trasladado a Basilea, comenzó sus investigaciones con el esperma de los salmones, y descubrió la presencia de una serie de sustancias, una ácida (ácido nucléico o "nucleína") y una fuertemente básica, a la que denominó "protamina" y que se identifica con las histonas.
Los estudios de Miescher fueron un papel muy importante en la biología molecular, que abrió las puertas a numerosas pruebas y experimentos que realizaron varias personalidades diferentes, aunque en su época el término nucleína era muy poco conocido y el nunca lo propuso como el ADN que conocemos hoy.